1. Cambiar de zapatos y altura de tacón todos los días. Si el pie se acostumbra a un solo calzado sufrirá el doble el día que decidáis poneros otro. Son muchas las pacientes que recibo con sobrecarga de gemelos por cambiar de calzado y pasar de usar un tacón doce horas a ponerse otro calzado sin tacón (por ejemplo, unas chanclas).
2. El tacón no debe superar los 5 centímetros (lo sentimos por las amantes de los letizios) y si usamos plataformas debemos elegirlas con capacidad de amortiguación y una diferencia con respecto al tacón no superior a 3 centímetros.

4. Reducir el uso de las chanclas: muy cómodas, sí, pero ¿sabíais que pueden provocar fascitis plantar y dolores en pies, piernas, caderas y espalda? Para sujetar el pie hacemos mucha fuerza con los dedos (¿a quién no se le ha salido disparada una chancla en un descuido?) y eso estresa ciertos músculos del pie y la pierna.
Si queréis leer el artículo completo debéis pinchar en
http://www.solgarcia.es/sandalias-potro-de-tortura
Merece la pena!
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