lunes, 8 de marzo de 2010
"And the winner is..."
Los Oscar son mucho más que cine. Son glamour y moda. La noche del lujo. De los sueños. De las divas. De la belleza... y de los estilismos imposibles, también.
El vestido palabra de honor fue el gran triunfador sobre la alfombra roja, donde los pocos guiños al color, más que guiños, fueron auténticas puñaladas en los ojos -salvo honrosas excepciones como Zoe Saldana, que cambió el azul de Avatar por un favorecedor y original degradé en morado, firmado por Givenchy Alta Costura.
Pero, para casi todas las biblias de la moda (léase Telva, Vogue, Elle o Yo Dona, por ejemplo), una estrella brilló con especial fuerza en el firmamento carmesí: Sarah Jessica Parker, sencilla y espléndida con un Chanel Couture en amarillo pálido, con bordados de plata y cierto aire retro, muy original en el corte -recto, potenciando así la caída natural del raso-.
Entre los complementos, mucho brillante y algún que otro clutch -también brillantoso, cómo no-. Me quedo, sin duda, con el brazalete de Fred Leighton que lució Maggie Gyllenhaal: ¡un sueño!
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Para mi: DIane Kruger y Demi Moore ;)
ResponderEliminarDemi Moore estaba espectacular. Todo el mundo destacó que en lugar de cumplir años, los descumple. ¡Quiero su cirujano!
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